Una vez que hemos cubierto toda la tarta, guardarla en la nevera para que el chocolate quede bien duro. (Yo lo he dejado toda la noche).
Ahora es el turno de la decoración de la tarda. Uf! con lo poco creativa que soy yo...pero bueno, he aprovechado la idea de las flores que os enseñé el otro día y he pensado en hacer más rosas. Las rosas y los claveles están hechas con fondant. Pero para el resto de las flores quería trabajar la glasa o Royal Icing. Yo compro unos paquetes de la marca Fun cakes que solamente hay que añadir agua. La verdad es que la glasa requiere otra entrada aparte para explicar bien todos los entresijos que tiene. Mantengo con ella una relación de amor-odio que espero que se convierta en amor poco a poco.
Como la glasa se puede congelar, he recuperado un taper. La he dividido en porciones y la he teñido con los tintes que a mi más me gustan: Wilton.
He preparado las mangas y boquillas que iba a utilizar. Los adaptadores de boquillas son cómodos porque puedes cambiar una boquilla sin tener que desmontar toda la manga.
Y con todo este material me he puesto a hacer hojas y rosas de diferentes colores.
Llegados a este punto del camino lo más difícil ha sido que las flores secasen para poder ponerlas en la tarta, porque como os decía antes, ha aparecido Murphi con su ley y me ha "chafado el pastel" y nunca mejor dicho. Como hoy el día está muy húmedo ha costado bastante que la glasa secara, bueno finalmente con ayuda de un golpecito de horno suave he podido traspasar las flores a la tarta.
Espero que le guste a la persona que nos la ha encargado y que os animéis a probar el fondant y la glasa en la próxima tarta que hagáis.
Laura Solanas
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